La Comisión Europea ha publicado un borrador del 23º Proyecto de Adaptación al Progreso Técnico (ATP) del Reglamento de Clasificación, Etiquetado y Empaquetado (CLP) de Sustancias y Mezclas, conocido formalmente como Reglamento (CE) No. 1272/2008.
Esta revisión trae consigo importantes cambios para la industria cosmética, introduciendo nuevas entradas y revisando las clasificaciones de 32 sustancias, de las cuales ocho son especialmente relevantes para este sector.
El ATP 23 se centra en actualizaciones que tienen en cuenta los últimos avances científicos y técnicos, asegurando que el marco regulador europeo se mantenga alineado con los riesgos actuales y emergentes asociados a ciertas sustancias químicas. En el caso de la industria cosmética, este tipo de regulaciones es clave, ya que exige una mayor transparencia y seguridad en productos que se aplican directamente sobre la piel, el cabello o las uñas.
23º Adaptación al Progreso Técnico (ATP): Lista de las sustancias
Lista de las sustancias incluidas en el 23º Adaptación al Progreso Técnico (ATP) del Reglamento CLP que afectan a la industria cosmética:
Ozono - Clasificación: carcinógeno y tóxico para órganos, utilizado en productos de cuidado oral.
Óxido Nitroso (Dinitrógeno) - Clasificación: tóxico reproductivo y dañino para órganos, aplicado como propulsor y fragancia.
Metacrilato de tetrahidrofurfurilo - Clasificación: tóxico reproductivo y sensibilizador cutáneo, usado para formar película en cosméticos.
Extracto de Flor de Chrysanthemum Cinerariaefolium - Clasificación: tóxico por inhalación y alérgeno, empleado como fragancia.
Methyl Oct-2-innate - Clasificación: sensibilizador cutáneo, usado en fragancias.
Diisocianato de Isophorone - Clasificación: toxicidad aguda y sensibilizador respiratorio, también usado para formar película.
3-Iodo-2-propynyl butylcarbamate - Clasificación: tóxico por inhalación y dañino para los ojos, usado como conservante.
Metacrilato de tetrahidrofurfurilo - (repetido) Clasificación: tóxico reproductivo, con función de formador de película.
Estos compuestos están en proceso de revisión y pueden llegar a prohibirse si no se obtienen exenciones de la Scientific Committee on Consumer Safety (SCCS. Este borrador muestra el compromiso de la UE de mantener productos seguros en el mercado
Impacto en la Industria Cosmética: Seguridad y Etiquetado
El borrador propuesto incluye nuevas clasificaciones para sustancias que afectan a la seguridad de los consumidores y establece directrices más estrictas para el etiquetado. Esto significa que los fabricantes de cosméticos deberán adaptar sus fórmulas o etiquetado de productos en conformidad con estas actualizaciones, especialmente para sustancias que anteriormente no estaban reguladas de manera tan rigurosa.
Para la industria, cumplir con estas normativas es fundamental para asegurar que los productos en el mercado europeo cumplan con altos estándares de seguridad y transparencia. La clasificación y etiquetado correcto no solo permite informar mejor a los consumidores, sino también reducir riesgos asociados al uso prolongado de ciertos ingredientes.
Próximos pasos y desafíos para el cumplimiento
Actualmente, el borrador del 23º ATP está en fase de consulta pública, un proceso que permite a empresas, asociaciones industriales y otras partes interesadas aportar comentarios y sugerencias antes de que la propuesta se formalice. Este proceso es fundamental, ya que ofrece la oportunidad de analizar cómo afectarán estos cambios a la cadena de suministro, la producción y la comercialización de productos cosméticos en toda la Unión Europea.
Tras la fase de consulta y revisión, se espera que el ATP 23 entre en vigor en 2024. Una vez aprobado, los fabricantes de cosméticos tendrán un período de transición para ajustar sus procesos y etiquetados de acuerdo con los nuevos requisitos.
Un paso adelante en la regulación de productos seguros
La actualización del Reglamento CLP subraya el compromiso de la Comisión Europea en garantizar que los productos cosméticos vendidos en la región sean seguros y estén correctamente etiquetados. Además, pone de manifiesto el valor de mantenerse al día con las regulaciones para proteger tanto a las empresas como a los consumidores en un mercado dinámico y exigente.
En resumen, el 23º ATP es una pieza clave para el futuro del etiquetado y la clasificación de sustancias en cosméticos dentro de la UE. La industria cosmética debe prepararse para adaptarse a estos cambios, asegurando el cumplimiento de las normativas y manteniendo la confianza del consumidor en la seguridad y transparencia de los productos que adquiere.
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